jueves, 29 de octubre de 2015

Una persona nos viene a consulta con acalculia ¿Qué podemos hacer?

 Henschen en 1925,  lo definió como "trastorno adquirido de la habilidad de cálculo secundario a una lesión cerebral". Suele llamarse también  "discalculia adquirida". Es relevante que dentro de una misma población el problema de acalculia tenga diferencias respecto al sexo, es decir, no hay el mismo porcentaje de hombre y mujeres con acalculia. Los varones puntúan más en las pruebas de cálculo y en aquellas que requieren habilidad espacial respecto a las mujeres.
Sí nos llega un paciente con estas características creo que el primer paso sería ver cuáles son sus limitaciones, pasándole pruebas, haciendole exploraciones neuropsicológicas globales para ver las funciones cerebrales y/o test para ver en que habilidades falla. Esto es importante ya que dentro de la acalculia hay distintos niveles de gravedad, puede que fallen en la adición y no en la sustracción y  podría ser un primer síntoma de la enfermedad de Alzheimer por lo que hay que estar atentos. A partir de ahí, crearía un terapia específica para el paciente. Yo usaría sobretodo herramientas visuales porque son más universales que por ejemplo el lenguaje. En definitiva, utilizar un aprendizaje por asociación.
La realidad, por desgracia, es muy distinta. Teóricamente este sería el procedimiento a seguir en un caso de acalculia. Aun, así es relevante tener en cuenta la cultura. Los Pirahã son una tribu sin nombres para los colores, sin tiempos verbales, con sólo ocho consonantes y tres vocales y que cuentan solo hasta 3. Ese es el lenguaje con que la tribu logra comunicarse. Entonces nos podríamos plantear que debido a su baja habilidad de cálculo, ¿presentan acalculia? En un principio no, puesto que  no hay lesión cerebral aunque tengan bajas habilidades del cálculo. Hablando de experiencias personales, sé y me consta, de psiquiatras y psicólogos que diagnostican acalculia a niños y adolescentes con bajas habilidades en cálculo y SIN PROBLEMAS CEREBRALES. Vivimos en una sociedad donde todo tiene que estar etiquetado, tanto lo bueno como lo malo. No nos damos cuenta que muchas veces esas etiquetas perjudican más que ayudan. ¿A cuántas personas les gustaban o gustan las matemáticas? ¿Cuántas personas son capaces de mostrar atención cuando algo no les gusta? ¿Está más relacionada la acalculia con la atención que con un problema cerebral? ¿Hasta qué punto influye la cultura en la acalculia?