jueves, 27 de noviembre de 2014

¿Cuáles son las bases y las razones de las discusiones?

¿Por qué nos enfadamos? ¿Cómo solucionamos el problema? ¿Cuándo nos conviene enfadarnos y cuándo sería mejor que controláramos nuestras emociones? ¿Cuántas veces nos hemos planteado que no deberíamos discutir tanto con nuestra pareja, pero después no conseguimos controlarlo?

Mi nombre es Marta y mi grupo lo componemos Alexeila, Denise, Paloma y yo. Nosotras nos hemos centrado en el tema de las discusiones porque juegan un papel crucial en el día a día. Las teorías sobre vivir más feliz tratando de evitar las discusiones tontas son últimamente planteamientos que invaden nuestro presente. Controlarnos, que la situación no se vaya de nuestras manos cuando nos enfadamos, no decir cosas de las que luego podamos arrepentirnos, no actuar demasiado en caliente... son objetivos que muchas veces buscamos pero, ¿por qué nos cuesta tanto conseguirlos?

Para tratar de buscar soluciones a estas preguntas tan complicadas y tratar de hacernos lo más expertas posible en el tema, nosotras nos hemos centrado en todas esas discusiones que vivimos todos los días, ya sea activa o pasivamente. Aquí iremos plasmando algunos de los casos que hemos debatido, siempre analizando y buscando soluciones. Seguramente os sintáis identificados con muchos de ellos.

Caso 1: Dos vecinos tienen una discusión: El vecino del primero sube a quejarse a su vecina de arriba diciéndole que es tarde y hace demasiado ruido con sus amigas. Lo curioso es que este hombre utiliza su enfermedad del corazón para decirle que no puede dormir y que le va a dar un infarto por su culpa. La primera vez la chica del segundo sintió pena por este hombre y pidió perdón, pero después de más quejas llegó a la conclusión de que el hombre estaba exagerando y que no era justo que utilizara su enfermedad para amenazarla de llamar a la policía. 
¿Qué os parece esta discusión? ¿Cómo podríamos solucionarla? 
Algunas de nuestro grupo fuimos testigos de esta pelea y nos pareció curioso que ninguno de los dos escuchaba al otro o se ponía en su lugar. Sólo buscaban conseguir la razón y repetían una y otra vez los mismos argumentos a favor de su postura, sin hacer caso a nada de lo que decía el otro. Es curioso que una discusión que aparentemente empieza con el objetivo de encontrar una solución, no parece trascurrir en la búsqueda de tal objetivo. 
¿Es la base de las discusiones la simple búsqueda de tener la razón y auto-confirmarnos a nosotros mismos subiendo así nuestra autoestima y la seguridad en nosotros mismos? Es cierto, tal vez no es esta la forma en la que empiezan las discusiones, pero creo que estaréis de acuerdo conmigo en que muchas sí es así como al final trascurren, ¿no es cierto?

Esta visión del trasfondo de las discusiones nos hizo recordar un caso más genérico de tipo de discusión que seguramente hayáis experimentado la mayoría de vosotros si tenéis o habéis tenido pareja estable. Son a las que nosotras nos hemos referido como discusiones tontas. Esas en las que después de diez o quince minutos discutiendo ya no recuerdan cuál fue el motivo que hizo que la discusión empezara pero están incluso más enfadados que al principio. ¿Por qué se produce este olvido? ¿Es porque verdaderamente no fue de suma importancia el motivo de la discusión?
De hecho, en estas discusiones, ambos comienzan a sacar a luz antiguas peleas que aparentemente estaban ya solucionadas y terminan por estar más enfadados por cómo ha actuado la otra persona durante la discusión. Sintiendo que la otra persona no les entiende. Entonces, para que una persona se sienta bien después de la discusión, ¿necesita que la otra le de la razón para así sentirse entendida?

Simplemente, y para terminar por hoy, diré que muchas de las discusiones que tenemos a diario son cuestión de simples malentendidos en nuestras conversaciones. Nos sentimos confusos, creemos captar una intención de la otra persona que no es la que realmente tiene y terminamos por sentirnos incomprendidos por una persona que realmente es importante para nosotros. Creo que este vídeo es un espléndido ejemplo.


Espero que os parezcan interesantes nuestras interpretaciones de las discusiones del día a día y, por supuesto, cualquier aportación o comentario que se os ocurra, no dudéis en escribirlo. 

5 comentarios:

  1. Está muy bien, podéis empezar a comentar el ejemplo del video. Les he dicho a los compañeros de comunicación sexual
    http://psicologia-lenguaje.blogspot.com.es/2014/12/grupo-comunicacion-sexual-introduccion.html
    que echen un vistazo y comenten lo vuestro, podéis hacerlos también a la inversa.

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  2. Relacionado con nuestro tema en psicojournalist , hay una artículo sobre George Orwell que se llama notes on natiolalism (http://orwell.ru/library/essays/nationalism/english/e_nat) e intenta explicar distintas formas de seguir una idea o grupo aferrándose, estando ciego por eso y también como se cambia, le llama nacionalismo porque no encuentra otra palabra, de todas formas describe el significado que le da al principio.

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  3. una pregunta, como ponéis el vídeo de youtube, directamente en el blog???

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  4. Gracias por tu aportación Víctor, los vídeos se pueden añadir pulsando un icono de una claqueta que hay en la parte superior de la pagina (cuando estas escribiendo una nueva entrada). Espero que te sirva para encontrarlo :)

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