NUEVA FORMA DE ABORDAJE DEL DEBATE SOCRÁTICO ( I )

El debate socrático incluye numerosas estrategias psicológicas que utilizan el lenguaje y la conversación con el paciente para guiar la terapia. 

Tomamos inicialmente algunos aspectos de la relación terapéutica y el estilo de conversación tejido desde la Logoterapia, que contempla, según Lukas (2004) cuatro elementos:

1. Reevaluar a la persona. No dejar pasar la posibilidad de valorar en su doble percepción a la persona (identificando el lado bueno presente y las buenas posibilidades de expansión en el futuro).

2. Contribuir a la claridad. Definir claramente lo que acontece, frenando interpretaciones aceleradas y desconsideradas del cliente.

3. Jugar con alternativas. Ayudarle a encontrar posibilidades compartiendo ideas que inician con ¿qué pasaría si…?, ¿y si de pronto…?.

4. Seguir las huellas de sentido. Buscando unir a la persona con su voz interior y que descubra de qué manera siente que quiere vivir su vida. 

Posteriormente, nos pareció interesante desarrollar una nueva idea de modelo de debate socrático, combinando sus técnicas con otras de terapias racionales (como la de Ellis, o la d Beck), ya que ambas corrientes toman factores comunes como variables mediadoras de los problemas psicológicos, como el pensamiento, la percepción… 

Nosotros proponemos la inclusión de técnicas propias del debate cognitivo de la Terapia Racional-Emotiva de Ellis. Esta terapia tiene aspectos comunes en sus bases con la Logoterapia (donde se utiliza el debate socrático), de corte existencial y filosófico. La Terapia Racional-Emotiva de Ellis tiene influencias psicodinámicas y fue criticada por racionalista y filosófica más que ciencia, y acabará siendo absorbida bajo las terapias cognitivo-conductuales, de ahí nuestro interés en relacionarla, para hacerla más fuerte, con la Logoterapia.

Por ejemplo, proponemos utilizar dentro del debate socrático, algo similar a la fantasía racional-emotiva de Ellis. Consiste en ejercicios en la imaginación, similares a las técnicas de exposición en imaginación, pero enfatizando el papel activo en la sustitución de los pensamientos que le producen malestar. Se podría combinar la imaginación con el debate socrático, guiando al paciente a través de preguntas, sensaciones y pensamientos ante determinadas imágenes o recuerdos… etc.