Grupo Comunicación sexual: La iniciativa en la comunicación

El diálogo y el mutuo interés que surge de la necesidad entre ambas personas o entre una de ellas, nos interesa tanto como si es el chico o la chica quien inicia la interacción.

Hoy nos vamos a centrar, en el caso de las mujeres que salen con la expectativa de que un chico/a se acercará a ellas, olvidando que también pueden tener la iniciativa.

Después de hablar de forma individual con ocho chicas con una media de 24 años, me hicieron reflexionar sobre  los estereotipos que han bailado con nuestra mente, ya que en nuestras respectivas conversaciones salió el tema con la mayoría de ellas. Es posible que esa imagen sobre cómo debe ser o actuar una mujer, a veces domine o mejor dicho, module nuestra conducta.

Uno de estos estereotipos, puede verse reflejado en los dibujos animados en nuestra infancia, que nos han podido enseñar muchos valores, sin embargo,  sólo a veces hemos sabido verlos de forma consciente en nuestra vida adulta. Estos dibujos han trazado en nuestra percepción la silueta de la mujer perfecta, vestida de princesa, que espera a que su príncipe la busque, mientras que ella sueña con ese momento acomodada en su gran palacio. Pues bien, cuando una mujer del siglo XXI se arregla una noche y saca todo su potencial de sensualidad a la calle, suele dejar en casa el valor que les caracteriza, ese potencial que le vuelve verdaderamente atractiva. Sale con la expectativa comentada anteriormente, de que un chico se le acercará esa noche mientras se toma algo en la barra de un pub o discoteca o mientras baila con dos o tres amigas que  por cierto suelen tener su misma esperanza, sea manifestada con palabras o no. Y cuando casi ya está amaneciendo, y vuelven a casa, sin que nadie se le haya acercado para decirle una simple frase, el vacío que sienten por dentro es proporcional a la expectación que tenían al principio de la noche, al dar el primer paso en la calle con sus tacones de aguja. Parece que es esa misma aguja, la que les punza en el centro de su pecho, quitándoles parte de ellas, parte de su felicidad.

También he hablado en esta semana con seis chicas adolescentes de 14 años y comparando con las chicas adultas, parecen tener más valor en la iniciativa de empezar una conversación. No sé si será la diferente época en la que han vivido, el cambio en la tecnología, que las más mayores vieron la bella durmiente mientras que las más pequeñas vieron Brave …Sea lo que sea, si se pudiera generalizar, es un cambio positivo en la sociedad, que exista iniciativa por parte de ambos sexos, es un punto que favorece que dos personas “se encuentren”en una conversación, sin olvidar la importancia de no perderse en una palabra tras otra, y la relevancia del lenguaje corporal, del cual hablaremos próximamente conforme avancemos indagando. 

Hasta pronto!