Dispuesto a comprobar si realmente las técnicas explicadas
en el método mystery eran efectivas, decidí probarlas con una hermosa chica con
la cual solamente había hablado una vez. Hay personas a las que saludamos
periódicamente pero no pasamos de un “hola” o un “buenas”, es lo que yo llamo
“Relación de Hola y Adiós”. En estos casos ninguno de los individuos tiene
ganas de interactuar con el otro, de hecho, si es posible evitan cruzarse con
el otro en la medida de lo posible. Obviamente esto es lo que puede pasarte si
dejas que pase mucho tiempo entre tu primera conversación con una chica y la
segunda, la chica acabará pasando de ti, habrá establecido unos pensamientos
negativos sobre tu persona y se le habrán pasado las ganas que podría tener al
principio de hablar contigo. Si la distancia es el olvido, el tiempo es el
aburrimiento. Consejo: No aburras a tu objetivo, no te hagas demasiado el duro
o acabarás pareciendo un tipo poco interesante y sin nada que ofrecer.
El método mystery esta diseñado para ser aplicado en un bar
o en un pub en el que debes de entrarle a un set (grupo de personas entre las
cuales está tu objetivo). Mi contexto era diferente, la universidad. Por suerte
mi objetivo no solía estar con un grupo de gente y podía acercarme sin necesidad
de abrir un set. De modo que un día a la salida de clase busqué su contacto
visual, y en el momento en que ella me vio, apliqué la ley de los 3 segundos
(no deben pasar más de 3 segundos desde el instante en el que ella se percata
de que la has mirado y el momento en el que le hablas). Había estado pensando
en una frase de apertura para decírsela a mi objetivo sin que ella pensase que
había intento de ligar por mi parte. También utilicé la falsa limitación
temporal (aunque en este caso era cierta porque tenía clase), para dejarla con
ganas de seguir interactuando. Aunque me sentí un tanto extraño, porque no
estaba actuando con naturalidad, lo cierto es que funcionó y mantuvimos una
conversación de 5 minutos. Al final me dijo su nombre.
Gracias a este encuentro pude observar varias cosas. El
hecho de aplicar un método hace que la conversación haya sido algo premeditada
y esto te pone nervioso. Es similar a cuando vas a exponer un trabajo en
público, tienes un guión con lo que tienes que hacer y la presión por hacerlo
bien te acelera el pulso. Me sentí extraño porque tenía pensado lo que iba a
hacer con ella. Más tarde pensé: ¿cómo es posible que me ponga nervioso si a lo
largo de mi vida he ligado con chicas guapas con una templanza absoluta? Pero
ha funcionado… ¿Merece la pena seguir con esto? Personalmente creo que el
método mystery tiene varios elementos que pueden resultar realmente útiles,
como los negas (cosa que siempre he utilizado sin saber lo que eran de forma
natural con las mujeres), la falsa limitación temporal, el no mostrar ningún
interés hacia ella hasta que ella no lo muestre en ti, el intentar demostrar un
alto valor pero siendo a la vez modesto… Sin embargo presenta carencias en
muchos aspectos: no se puede aplicar de día en otro contexto que no sea un pub,
te sientes incómodo realizándolo, necesitas un exhaustivo entrenamiento (salir
cuatro noches por semana y conociéndo a numerosas mujeres por noche según
Mystery), supuestamente está pensado solo para hombres… etc.
Me propuse seguir intentando “camelarme” a esta chica pero
aplicando mis propias “artimañas”. Si tengo una personalidad interesante: ¿para
qué iba a fingir ser alguien que no soy?
Estoy de acuerdo con tu conclusión final y de todas formas a la larga seguro que es más beneficioso en las relaciones que tengas, ya que si no eres tu mismo con tus propias "artimañas" y verdades, puede que se lleve una decepción. Como indica el modelo de los cuatro factores de Von thun: "El aspecto de la incitación (influencia) de la noticia. Uno de los dilemas básicos de la comunicación interpersonal radica en que siempre se expresa o se influye, y tanto el emisor como el receptor tienen que elegir cuál será su orientación básica. La comunicación es una búsqueda constante del compromiso entre estas dos funciones, y una comunicación afortunada se logra con el equilibrio de estos dos polos".
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