lunes, 19 de enero de 2015

El Arte De Conversar

Hablando un poco del tema por el que empezamos en el blog, los malentendidos, me gustaría comentar un libro que me parece muy interesante para nuestro tema y para algunos de mis compañeros:

EL ARTE DE CONVERSAR de Friedemann Schultz von Thunm, libro en el que aborda el tema de la comunicación humana.
 


En el libro dice que cuando alguien se expresa no envía solo un mensaje, sino 4 (MODELO DE LOS 4 FACTORES):
  1.  un mensaje sobre el contenido objetivo
  2. otro que alude a la relación de esta persona con quien le escucha
  3. un mensaje orientado a influir
  4. otro mensaje que informa de la propia personalidad de quien habla.
 
Todo ello implica que debemos escuchar lo que nos dicen los demás "con cuatro oídos" y, en algunos casos, elegir cuál es el mensaje más importante al que debemos prestar atención.






Analicemos un ejemplo para comprender mejor este modelo. Un hombre y una mujer van en un coche, la mujer está al volante y el hombre es el copiloto. Son un matrimonio y están parados en un semáforo. El hombre (emisor) le dice a su mujer al volante (receptora): "¡Oye, que está verde!". Y la mujer responde: "¡¿Conduces tú o conduzco yo?!".

1.      El contenido objetivo (o sobre lo que informo): la noticia contiene una información objetiva. En el ejemplo, nos enteramos del estado del semáforo: está en verde. Este aspecto de la noticia aparece en primer lugar siempre que se hable de "los hechos", o al menos debería ser así.

2.      La autoexposición (o lo que doy a conocer de mí mismo): el emisor, según parece, habla castellano, que casi con seguridad no es daltónico y, en definitiva, que está despierto y mentalmente presente. Yendo más allá: quizá tenga prisa, etc. 

3.      La relación (o lo que pienso sobre ti y de cómo me sitúo respecto a ti): de la noticia también se deduce la posición en la que se sitúa el emisor frente al receptor y lo que piensa sobre él. A menudo esto se hace patente en la formulación de la noticia, el tono de voz y otros signos no verbales. Para este aspecto de la noticia, el receptor tiene un oído especialmente sensible, ya que es aquí donde se siente tratado (o maltratado) de una u otra forma como persona. En nuestro ejemplo, la exclamación del hombre expresa que en realidad no confía en que su mujer pueda conducir de manera correcta sin su ayuda. Casi con seguridad, la mujer se defiende de ese "paternalismo" contestando bruscamente: "¿Conduces tú o conduzco yo?". En este caso su rechazo no se dirige al hecho de que el semáforo esté en verde (¡con este contenido objetivo estará de acuerdo!), sino que lo hace hacia el mensaje relacional recibido.

4.      La influencia (o hacia dónde te quiero llevar): pocas cosas se dicen "sin más", casi todas las noticias tienen la función de influir en el receptor. En nuestro ejemplo, la incitación sería: "¡Acelera, a ver si pasamos antes de que se ponga en rojo!". Por tanto, la noticia (también) sirve para motivar al receptor a que haga, deje de hacer, piense o sienta determinadas cosas. Esta voluntad de influir puede ser en mayor o menor medida evidente u oculta. En este último caso hablaremos de manipulación. El manipulador no duda en poner los otros tres aspectos de la noticia al servicio de la efectividad de su incitación.
 

Dado que los cuatro aspectos de la noticia siempre entran en juego simultáneamente, el emisor capacitado para la comunicación deberá, de alguna manera, dominar todos ellos. El dominio de un solo aspecto causa distorsiones en la comunicación.








 

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