Los marcos de referencia
Indagando sobre las bases de la autoconversación, hemos
topado con un factor que nos ha resultado de gran interés: los marcos de
referencia.
En base a las palabras de Lakoff en su libro “No pienses en
un elefante”, un “marco de referencia” es cada una de las estructuras mentales
que conforman nuestra manera de ver el mundo. Se califica como algo que no
puede ser visto ni oído, algo como el “inconsciente cognitivo”, pero que es el
factor del que depende nuestra manera de razonar, y lo que es más, lo que
entendemos por “sentido común”.
Podríamos decir que conforman las raíces más profundas de
nuestro pensamiento, nuestros esquemas mentales.
A pesar de que el libro de Lakoff se escribió con fines
políticos, la utilización del ejemplo de la orden “No pienses en un elefante”
resulta especialmente interesante.
El fenómeno que ocurre al enunciar este
mandato (también a veces diciendo “No pienses en un elefante rosa”) es la
activación de los marcos referenciales dependientes de la experiencia de las
personas, y obviamente, ¿qué será lo que nos pase por la cabeza al oír este mandato?... Pues sí, un
precioso elefante rosa, que tu mente se ha encargado de dibujar para ti,
ignorando la negatividad de la orden.
Aunque hemos dicho que los marcos no pueden verse ni oírse,
sí es verdad que hay una manera de ver un esbozo de lo que son: mediante el lenguaje. Las palabras de cualquier
idioma se conforman según a marcos referenciales. Cuando oímos una palabra, se
activa en el cerebro su marco (como ocurre con nuestro amigo el elefante).
Lakoff, pues, expresa:
“Cambiar de marco es
cambiar el modo que tiene la gente de ver el mundo”.
Es aquí cuando surge mi creencia de que es mediante
conversaciones con nosotros mismos con lo que realmente se puede conseguir ese
cambio. Y que además, somos en realidad muy sugestionables a ese cambio de
pensamiento.
Supongamos cualquier actividad/conducta que estamos
acostumbrados a ver día a día a nuestro alrededor. Todos los individuos
seguimos unas pautas, según los marcos aprendidos a lo largo de nuestras vidas.
No sólo en lo referente a las culturas sino incluso a lo que consideramos “lo
normal” en una situación. ¿Y si de repente un día a alguien le diera por cambiar estos esquemas? Ya lo vemos cada temporada, cuando las modas cambian radicalmente y pasamos de ver esa falda con estampado de sofá de abuela en el escaparate de la tienda y decir "Eso no me lo pongo yo en la vida" a un contrario polo de "Necesito comprármela para poder seguir con vida".
¿Quizá sea posible, de la misma manera, cambiar los marcos de referencia del pensamiento sobre el yo? ¿Nuestras autoconversaciones?
Ante estas reflexiones, planteo estas cuestiones: ¿Cómo de
fácil es cambiar un marco referencial? ¿Pensar en el cambio (evocándolo
irremediablemente con el simple hecho de que pase por nuestra mente) será una
razón de peso para incorporarlo a nuestro nuevo pensamiento? ¿Podemos influir y
cambiar, incluso, la conducta de otra
persona simplemente creyéndonos nosotros mismos algún nuevo marco? Sería muy
interesante poner a prueba soluciones a estas preguntas.
Como añadido, y aun saliendo un poco del tema, quisiera
mencionar una frase del libro de Lakoff que me hizo pensar en un vídeo que vi
hace poco en internet. La frase reza: “Los valores morales son más importantes
que cualquier otra cuestión”. En el
siguiente vídeo, creado para denunciar la violencia contra la mujer, podemos ver que esos valores definen a las personas, y que una
educación temprana en buenos valores creará un marco referencial positivo en la
persona y determinará su manera de actuar en situaciones más o menos críticas;
vean las reacciones de unos niños italianos (de entre 7 y 11 años) al decirles
que le den una bofetada a una niña. Las respuestas no tienen
precio :)
Me interesa mucho tu entrada. Por si te interesa saber qué ocurre cuando de pronto nos encontramos en un lugar que rompe con muchos de nuestros marcos referenciales (porque en ese lugar los marcos son otros totalmente diferentes) no hace falta que consultes el increíble viaje de Alicia al país de las maravillas. Le pasa a cualquier emigrante y se llama shock cultural. Las consecuencias pueden ser terribles. Es el tema que he escogido.
ResponderEliminarEn cuanto a tu pregunta sobre cómo cambiar los marcos referenciales es algo que me intriga, ya que es algo tan básico y tan difícil a la vez de explicar. También forma parte del proceso de shock cultural. Seguiré atento a tus entradas y, si me entero de algo, te lo pondré por aquí :)
Muchas gracias por tu comentario Antonio! A mi me ha gustado mucho tu entrevista a los chicos de "algopararecordar"; teniendo en cuenta que viajar es lo que más me gusta en el mundo, me ha parecido interesantísimo tu trabajo!
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