Creo que me he equivocado, no lo siento, es probable que
vuelva a ocurrir, el que avisa no es traidor.
Bueno, antes de nada feliz navidad, feliz año nuevo, feliz Hanukkah, larga y próspera vida y que la fuerza os acompañe. Todavía habrá alguien que me diga que no le he felicitado, pero en fin...
Ahora os voy a contar porqué creo que me he equivocado: en
mi anterior entrada hablé sobre el shock cultural, concretamente su quinta
etapa, el retorno al país de origen, como posible causa del shock cultural
inverso. Hasta ahí todo bien, al menos hasta la presente, no he encontrado nada
que lo contradiga. ¿Cuándo creo que me
equivoqué? Cuando hipoteticé sobre una posible integración entre mi teoría del
shock cultural y el “síndrome del eterno viajero”. Propuse que el shock cultural inverso (y con
el todo el proceso del shock cultural, necesario para que se dé de forma
inversa) podía ser un paso previo y necesario a este “síndrome del eterno
viajero”.
Creo que hay un componente clave en este “síndrome”: el
ansia de descubrir, el ansia de viajar, ese “querer integrar lo mejor de cada
cultura a través de su descubrimiento” que llevo tanto tiempo buscando, y que
primero debemos adquirir para poder comprender y poner en práctica. Creo que,
para gozar verdaderamente este “síndrome del eterno viajero” este componente sí
que es necesario.
Quizá sí que podamos tenerlo, y he aquí el principal problema
de la hipótesis anterior, como resultado de un shock cultural inverso (tendré
que buscar casos) pero creo que esto no es un paso necesario.
Pero, ¿a cuento de qué esta duda? Pues a cuento de un enlace
al que ya os dirigí en mi anterior entrada. El enlace en cuestión es el
siguiente:
Aquí,
los creadores del vídeo que originó toda esta temática comentan los
orígenes de su “síndrome”: comentan que su sueño siempre había sido viajar, y
que, tras un viaje “en plan mochilero” por Vietnam y Camboya, volvieron a
Madrid y “viendo como estaba de triste y gris” decidieron dar la vuelta al
mundo.
Hasta
aquí, si lo analizamos bien, podría cuadrar con mi teoría anterior. Desde mi
punto de vista, hasta aquí la historia solo difiere en un punto de lo que había
teorizado hasta ahora:
Según
mi teoría, para gozar del “síndrome del eterno viajero” habría que pasar por un
shock cultural y después un shock cultural inverso (5ª etapa del shock cultural).
El shock cultural inverso podría ser el momento en que vuelven a Madrid, que
tanto han echado de menos y lo ven “triste
y gris” y por ello deciden dar la vuelta al mundo, comenzando así su “síndrome
del eterno viajero”. El problema aquí está en que, según mi teoría, en un viaje
no se puede sufrir un shock cultural a no ser que se trate de emigración, es
decir, con una necesidad por vivir en esa cultura en concreto y pasando el
suficiente tiempo en ella, por lo que no creo que sufriera este shock cultural
en ese período de viaje.
Puede
haber tres posibles soluciones a esta temática:
1.
Para
sufrir un shock cultural no es necesario tener un deseo de vivir en un lugar ni
pasar el suficiente tiempo (No es necesario ser un emigrante, también puede
sucederle a un viajero). Esto contradice mi anterior teoría y sería un
importante descubrimiento que supondría una necesidad de renovación de una
parte importante de la estructura teórica.
2. El “síndrome del eterno viajero” no es compatible con un shock cultural.
De todas esta es la que me parece la más disparatada.
3. Para
gozar el “síndrome del eterno viajero” no es necesario superar un shock
cultural, pero puede ser que aparezca a partir de éste.
No
he sido capaz de encontrar más información sobre el momento previo a la vuelta
al mundo y la motivación que llevó a esta pareja a realizar tal hazaña, de modo
que les he enviado un correo preguntándoles si les importaría concederme una
pequeña entrevista sobre esta temática. Os
dejo aquí el mensaje que les he enviado:
Muy buenas noches chicos!
Soy Antonio Torres, estudio 3º de Psicología
en la Universidad de Granada y estoy buscando información sobre el shock
cultural y cómo hacer para aprender lo mejor de cada cultura. Llevo un tiempo
tratando esta temática y por suerte he topado con vuestro corto. Antes de nada
quería daros las gracias, ya que para mí ha sido muy inspirador, y me ha
servido como ejemplo de algunos procesos y constructos y para resolver ciertas
dudas.
Si os escribo este correo es para proponeros
(a pesar de que sé que es más que probable que estéis muy liados con vuestro
nuevo proyecto) hacer una pequeña entrevista y preguntaos vuestra opinión sobre
varios aspectos de la vida del viajero. En concreto, y a raíz de la inspiración
de vuestro vídeo, estoy tratando de encajar este "síndrome del eterno
viajero" en el marco de una teoría sobre el shock cultural, y me gustaría
preguntaos qué opinais respecto a varias cosas que me ayudarían a confirmar si
existe o no una relación entre éstos.
La entrevista os la puedo mandar por escrito,
para que no suponga un problema y no os robe mucho tiempo a vuestro
proyecto.
Por último decir que la entrevista sería
publicada en el blog donde hasta ahora estoy publicando mi teoría junto con
otros muchos compañeros, por lo que quizá no tenga muchas visitas, y después
vuestras respuestas me servirían para seguir articulando una teoría y confirmar
o rebatir aspectos de lo que ya he publicado.
PD: Si me concedéis la entrevista me ahorraré
la jerga psicológica, tanto por vosotros como por mí mismo, ya que a veces
hasta a mí que la estudio me cuesta enterarme con tanto término raro.
Un cordial saludo y mucha suerte con vuestros
proyectos.
A la espera de una
respuesta sobre si me conceden o no la entrevista, estoy preparando las
preguntas para enviárselas en el caso de recibir una respuesta afirmativa a mi
correo. Ésta entrevista puede entrañar, como ya ha sido el caso con las
anteriores entrevistas, claves muy interesantes, ejemplos y la confirmación o
excepción a mis propuestas teóricas, por lo que ansío la respuesta de esta
pareja, a pesar, como ya comento en el correo, de que sé que están muy
atareados con un proyecto en común y es muy probable que no puedan dedicarme
tiempo.
Espero que sus respuestas me ayuden a descifrar cómo el ansia de descubrir, el ansia de viajar, ese “querer integrar lo mejor de cada cultura a través de su descubrimiento” se adquiere, y cómo se pone en funcionamiento.
Para no extenderme
más, en una próxima entrada (que trataré de subir mañana) os dejaré las
preguntas que les propondré a esta pareja.
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