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Después de la entrada en la que se hablaba de psicomagia y una posible relación entre esta y las técnica de habilidades sociales queremos enfatizar ahora la relación que hay entre ambas todavía más. Queremos resaltar además, que nosotros no vamos a tratar sobre todos los aspectos de la psicomagia y nos vamos a centrar en el aspecto teatral de esta por parecernos la parte más interesante pese a las deficiencias que pueda tener.

Primero nos parece correcto definir las técnicas de habilidades sociales que, como a estas alturas ya todos sabremos, son técnicas que, como a estas alturas ya todos sabremos, se dedican a paliar las deficiencias surgidas en el ámbito perceptual, conductual, emocional y cognitivo (según investigaciones recientes).

Segundo, el acto psicomágico consiste en que la persona realice un acto teatral que es una improvisación, no el algo ensayado de antemano, todo lo contrario, su fuerte reside en la espontánea que surge en la persona. El acto psicomágico se puede realizar en cualquier lugar, por ejemplo, un hospital, un colegio, la calle,… Cuando se realiza el acto psicomágico, la persona expresa aquello que tiene en su interior. Por otra parte no se pueden realizar todos los actos que guardan las personas en su interior ya que son demasiados transgresivos con la ley.

Pensamos que la psicomagia se puede aplicar como una técnica más de cara a la aplicación terapéutica, no solo en personas que tienen problemas para relacionarse sino personas que padecen otro tipo de problema, como puede ser el estrés. Aunque tiene sus desventajas como puede ser su profunda falta de metodología de aplicación y que cada acto psicomágico conlleva realizar varias preparaciones de antemano, la psicomagia podría ser una alternativa al uso de las terapias actuales debido a su mayor espontaneidad que permitiría al sujeto expresarse con mayor libertad como lo haría en su vida diaria. Pese a todo, no sería aplicable en todas las circunstancias, porque al carecer de guión recae sobre el psicólogo toda la responsabilidad sobre la actividad a representar por parte del paciente y las consecuencias de esta, por eso sería recomendable solo usarla como complemento en situaciones en las que el deseo del paciente sea algo completamente realizable y cuyas comunicación sea lo más beneficiosa posibles, por lo cual sería principalmente una ayuda al tratamiento en habilidades sociales en los casos que se permitan.